Me han pedido que escriba un artículo, pues ya está. Creo que no aprobaré periodismo, ni falta que hace, total para acabar de nini o de teleoperador no se necesita una carrera, ¿o sí? A lo mejor es que los empresarios se han venido tan arriba que para fregar platos te piden dos licenciaturas y un postgrado. Y no está nada mal tener a un abogado en la cocina o a un ingeniero de telecomunicaciones contestando al teléfono, nunca se sabe lo que puede pasar y ya que sobran sería de tontos no aprovecharse.
Mis padres me dicen que consulte algún servicio de orientación profesional, pero siempre me surge la duda de si el orientador será en realidad un licenciado en historia o un friegaplatos prejubilado. Joder, orientador, también los hay con suerte, acudes a orientarte profesionalmente y te contratan allí mismo, la leche vamos, porque si el orientador te recomienda otras profesiones, quién te recomienda que te hagas orientador si no ahí mismo. Eso sí, esta profesión tiene un peligro: que te despidan. Cómo vas luego a encontrar curro si te han despedido de un servicio para encontrar curro. Sería como si un pirómano se presentase para bombero, un psicópata multirreincidente para policía, o un profesor de ética para político.
También he oído que lo mejor para no acabar, o empezar, en el paro es hacerte emprendedor. Qué pedazo de idea, debe ser que como para eso no hay licenciatura es más fácil conseguir un trabajo decente, lo que yo digo. O sea, la idea es que ya que nadie te contrata, te montes un negocio y te contrates a ti mismo. Desde luego se han matado la cabeza, igual se le ha ocurrido a un orientador laboral en paro mientras daba migas a las palomas.
El problema debe ser decidir qué emprendes. Supongo que un negocio, porque por hacer el camino de santiago no creo que te caiga un empleo del cielo. Además, para emprender algo se necesitará dinero, digo yo, y ahora mismo no está el tema de los bancos como muy boyante para que te den un préstamo y menos uno para financiar una idea de negocio. Demasiado riesgo. Aparte de que tampoco se me ocurre nada que montar, bueno sí, tontadas baratas, pero tontadas al fin y al cabo: una planta de reciclaje de bolsas de basura en impermeables para perros (con cuatro agujeros te apañas y además las cacas se las lleva puestas), una guardería-descampado sostenible con opción a parking, un servicio de dedo fotográfico para guiris que quieren salir todos en la foto, collejas a domicilio, telebirras dos por una (dos te cobro una te llevo), asistente de compra de ropa para daltónicos, qué se yo, hay tantos nichos en el mercado como en los cementerios. Y emprendedores.
Lo que sí se me da bien son los nombres impactantes para negocios, a ver, así a bote pronto: Guarda-coches Sitevis Nomácuer, Promociones Inmobiliarias Sotoponte, Piscinas Desnuke, Alimentación Legionel o Seguridad Promanguis. Pues mira, podría probar con una empresa de marketing. Al fin y al cabo con una mesa, un teléfono y unos rotuladores se pueden hacer maravillas en el mundo de la publicidad, si no véase el logotipo de Telefónica: Telefónica, el de Google: Google, el de Ford: Ford. Toma ya, con un par. Y el de Apple una manzana, el de Windows una ventana, el de Estrella Damm una estrella, etc. Qué cracks, que te paguen por eso sí que tiene mérito y no encontrar curro.